por W. Ricardo 
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Si tienes dificultades para tomar una dirección en tu labor de escritura creativa, este artículo es perfecto para ti. Los valores son fundamentales para que no te desvíes y puedas alcanzar tu propósito creativo. Aquí te comparto cómo me han ayudado a mí y por qué son de mucha importancia, como una brújula y una especie de sentido arácnido que te alerta hacia dónde ir o qué evitar.
Pues antes de iniciar, creo que repetiré el famoso cliché: uno no nace sabiendo. Yo no entendía por qué no lograba enfocarme en mi propósito, pero era porque no tenía unos críticos internos que me dijeran que esto estaba mal o bien.
Fue gracias a la asesoría de marca en la que descubrí la importancia de tener una serie de reglas personales que me dictaran cómo debía realizar mi trabajo. Además, estas me dirían cuál sería entonces mi trabajo.
Autenticidad: básicamente es creer en tus ideas. En mis asesorías, motivo a la persona a que use sus ideas, que las explore. Le hago ver que soy un guía y que la creatividad no tiene fórmulas, pero sí trabajo, y mucho.
Exploración: toda persona exitosa inicia como un ser humano común y corriente. No hay que tener miedo a pensar y confiar en lo que traes internamente. Siempre insisto en mis asesorados que no me importa si está indecisa con una o varias ideas, dejo que hable y las exponga, los animo a que divaguen y se pregunten si eso es lo que realmente quieren. He visto retornos y nuevos comienzos, los cuales siempre han sido para la mejoría. Y nada ha sido tiempo perdido, porque una cosa ha llevado a la otra.
Disciplina: como dije antes, crear es difícil y cansado. Porque como bien decía una catedrática de la universidad de mi mamá: el tiempo pasa igual haciendo o no haciendo. Así que puedes llegar a fin de año con la misma rutina de siempre, o con un montón de fracasos y, tal vez, un acierto; pero ya es algo, amigo o amiga. Un exjefe mío, que en paz descanse, decía: ¿Qué preferís? ¿El 99% de nada [realmente dijo: de ni mierda] o el 1% de algo?
Paciencia: este este el verdadero motivo para que un niño aprenda a tocar un instrumento: aprender que la disciplina por unos cuantos años trae gozo por el resto de la vida. Así va a aprender que en todo lo que se ha esforzado tendrá sus frutos y no se desanimará cuando el trabajo sea demasiado duro.
Los valores anteriores, no son todo los que existen, pero de como diecisiete que revisamos con mi asesor de marca, pude entre tanto hablar darme cuenta que esos son los que más utilizo en mi día a día.
Queda en cada quien desarrollar su propio listado. Si quieres hacerlo te propongo que busques alguien que te guie. Yo antes cometía el error de querer obtenerlo todo por medio de la tecnología, pero la ayuda de una persona es inigualable. Invierte en ti, vale la pena.
Si ya tienes tus principios te será más fácil hacer algo que tenga sentido. Y no en términos de absurdo y su antónimo, sino en cuanto a dirección. Cuando sabes que esto es bueno o malo para ti no perderás tiempo en otras cosas.
Es de esta forma que he alcanzado hacer mis libros. Para muchos es cansado y aburrido escribir un libro, porque se imaginan a que libro con contenido académico, lo cual implica trabajo muy, pero muy, duro. Pero nada me alivia tanto como escuchar a un conocido decirme: estoy leyendo tu libro, me ayuda a desestresarme de las pantallas y el celular que no deja de sonar por el trabajo.
La narrativa y la ficción no es perder el tiempo, es estar en el tiempo pero no en el mismo lugar, porque nosotros estamos dotados de imaginación. Esta nos permite salir de nuestro espacio y viajar a otro interno que nos muestra nuevos mundos.
¿Acaso la esperanza no es prueba de que amamos las historias? Nos encanta imaginarnos de la mano con ese enamorado o enamorada, nos inventamos sucesos en nuestra cabeza, lo cual quiere decir que estamos armando un relato y, por lo tanto, abandonamos el lugar en el que estábamos físicamente para deleitarnos con la posibilidad de que eso que imaginamos ocurra (y el jefe, atrás, contemplando que uno viendo al techo en vez de ponerse a trabajar en el Excel).
Esto no quiere decir que mi fin es solo hacer que la gente se sienta bien, pero como soy humano y me siento bien haciendo lo que hago, además, sé que no le hago daño a nadie (sinceramente lo espero), sigo creando nuevos mundos a través de historias con los valores que les he mencionado.
¿Quieres hacer algo que tenga un significado en la vida? Ten principios en tu vida y en todo lo que hagas, y verás los resultados en el tiempo que sucedan tus frutos de tu labor.
La mayoría del tiempo me desespero por dinero, pero me di cuenta que cuando me meto a proyectos que no me aportan nada, siempre termino odiando todo. Es verdad que si uno no tiene es mejor hacer lo que sea con tal de tener.
Sin embargo, tampoco es preciso hacer lo que sea con tal de obtener dinero. Por eso trato de que mis valores guíen los proyectos en los que me involucro. Si veo que no hay exploración en el proyecto o es algo que solo promete monotonía y que me tomará todo mi tiempo prefiero rechazarlo.
Así mismo, si tengo que sacrificar mi forma de ser con tal de complacer a otros y vivir atado a ciertas condiciones que sé que dañarán mi forma de ser, también rechazo la oferta.
He visto que no solo las personas son de mala influencia, sino los hábitos cotidianos. Un mal proyecto te puede llevar a perderte en todo sentido. Incluso puede que por un tiempo estés ganando mucho dinero, pero detrás de todo estás perdiendo tiempo en aprender las herramientas y los conocimientos para los que fuiste construido.
Dentro de esto, cabe resaltar que soy una persona creyente en la fe cristiana. Por tal motivo, sí creo que tenemos un propósito. Aunque como escritor sé que la vida es absurda, y realmente no logro responder por qué es más importante una persona que vende pollo frito a una que se la juega con una pelota; o viceversa.
En el último punto, la mayoría de las personas no logran comprenderme. Pero es simple, desde pequeño he traído esta madera filosófica: ¿pensarán las piedras? (Suena infantil, ya sé). Pero qué pasa cuando te preguntas: ¿Por qué en los sueños vivo otra vida?
O a veces voy manejando mi moto (perdón que me ponga romántico) por qué existimos. Es rara la vida, es raro el fenómeno que seamos algo que necesita de otro algo para poder estar moviéndonos en algo. Traducción: somos un organismo que necesita de alimento para poder seguir viviendo adentro del mundo con oxígeno que nos permite vivir.
El medio en el que vivimos nos tiene conectados, sino podríamos movernos a cualquier dirección. Pero, en fin, no es mi motivo confundir a nadie, sino dar a conocer que puedo crear historias porque de pequeño traigo esta reflexión.
Hubo una época en la que no tomaba en serio la vocación, ni mucho menos creía que Dios me había creado para algo. Pero no fue hasta que me topé con la vida laboral que me di cuenta que sí hay gente que nace para sus labores, sí hay pintores natos, sí hay albañiles natos, sí hay doctores natos, sí hay cocineros natos, sí los hay. No podemos forzar nuestro verdadero ser en el mundo y en nuestro tiempo.
De lo anterior, puedo resumir que mis valores los he cristalizado por mi propia forma de ser. Y la selección de ellos ha sido por mi intuición, es decir, siendo sincero conmigo mismo. Porque había escogido otro en vez de “exploración”, y era la “audacia”. Pero al analizarlo bien y ver marcas con ese valor, me di cuenta que yo no me desnudaría en público para vender mis libros (aunque a como va mi cuenta bancaria…).
Casi finalizando, somos únicos, aunque parecidos, pero lo cierto es que la relevancia de tener un sistema de valores o principios que te digan qué hacer, cómo hacer, cuándo hacerlo, etc., se define también por tu capacidad de darte importancia en tu forma de ser. Tú sabes bien qué habilidades tienes, a veces, parecen inútiles, pero con la ayuda de profesionales y gente cercana puedes ubicarlos de forma precisa y ver cómo puedes aplicarlos en tu sociedad.
En resumen, ser una persona de principios es volverte singular y encontrar un lugar en la sociedad. Nos diferencia de los demás, y nos permite avanzar sin demora hacia alcanzar eso para lo que fuimos creados.
